miércoles, 11 de enero de 2012

Muy cerca



Sentir que has estado apunto de morir no parece ni normal ni demasiado equilibrado. Ocurre que esta pasada noche he creído vivir un episodio muy cercano a la muerte. Digo creído por que me niego a creer que dejar este mundo pueda ser de una forma tan "ghost".

Todo pasa durante una secuencia de tiempo muy breve y a la vez intensa. Primero la oscuridad completa, una ceguera que en un instante te deja completamente desorientado para, rápidamente, sentir un frío polar. Al instante aparece, envuelto en una aureola desfigurada, una imagen grotesca. Una especie de boca inmensa, con unas fauces rojizas y encolerizadas. Parece tal cual quisieran devorarte, pero no es así. Una presión inmensa y dolorosa por debajo de los brazos me levanta del suelo. El frío es mucho más intenso. Un mínimo instante para sentir una fuerza tremenda sujetando los tobillos, atrapándome en una lucha en la cual soy un simple objeto. Parece como si esta fuerza intentara mantenerme con vida mientras las fauces siguen ahora, con una fuerza y un dolor mucho más intenso en mi pecho, levantándome para entregarme a algo o alguien que no puedo distinguir muy bien.

Nada más ocurre. Despierto en mi cama agotado, frío, con un sudor gélido, desorientado, creyendo haber estado al borde de la muerte y, todo, en una fracción de segundo.

Y aquí estoy preguntándome si morir es esto ... a sabiendas de ser un mal cuentista.