sábado, 3 de septiembre de 2011

Stand by me




Era previsible, los adivinos del tiempo lo han anunciado y así ha sido ... llueve.

Yo, que no soy ducho en demasiados estudios, he sido incapaz de calibrar hasta dónde podían llegar los intangibles de los sentimientos.

El poder de una amistad sobre venida ... inesperada.

He aquí que estoy naufragando continuamente, remontando olas que se antojan demasiado grandes y sufriendo tormentas incontroladas.

Sin saber el cómo sigo gobernando una nave, manteniendo un rumbo, aprendiendo a no sentir el miedo a la tempestad.

Sigo, constante, mi lucha a tientas.

Una idea como único presente.

Mi mejor tesoro para ti es el mismo que deseo para mi de ti ...

STAND BY ME

miércoles, 24 de agosto de 2011

Je t'aime




Dos días han sido pocos, doce veces, han sido pocas. Dos días hace que descubrí este vídeo. Doce las veces que lo he visto.

Juegan las palabras, el verso, el amor, la ceguera completa llena de las mismas ansias de vida ... sentir ... amar ...

Dos días con mi ceguera, doce veces sin entender un final. La ceguera que me impide entender tus sentimientos.

Puede que en lugar de mirar deba aprender a escuchar o sencillamente, a estar.

Quien creó el final? ... Tú o yo?

Sigo sin entender como aceptar lo no deseado.  y por mi provocado.

Juego de amores o desvaríos . Juego de amor y teatro. Qué más da! ...

Somos vida en esencia, sentimientos en disputa, amores encontrados, sinceridad extraviada ...

Interpretación perfecta. Entrega, momentos compartidos, sueños para una vida ...

Al fin la confusión. El teatro completo o la realidad confundida .... Tienes tú la respuesta?

Sigo queriendo estar junto a ti. Guíame en mi ceguera.


viernes, 19 de agosto de 2011

Diccionario del amor



Platoneaba yo de amores cuando descubrí una leve mirada, casi furtiva. Venía de alguien conocido, bueno en este caso de alguien conocida. Repasando mi diccionario de amores, concretamente en la letra P, descubrí que allí estaba el suyo.
Debo aclarar que en la letra P figuran todos aquellos amores que nunca se vieron correspondidos y que, hábilmente, transformé en platónicos. Bonita forma de acortar duelos.
A lo que iba. Borrador y lápiz en mano pasé el nombre de dicha persona a la letra F de "futuribles" cercanos. Debería repasar más a menudo este diccionario, está algo desfasado. En fin, resulta que en la F figuraba alguien de quien hacía mucho tiempo no sabía nada. A cambiarla de sitio. La letra D era la suya, "desaparecida".
Vaya, qué desastre! ... En la D figura aún una chica que reencontré hace un par de meses y nos hemos visto varias veces desde entonces. La R de "reencuentro".
Pero ... cómo puede figurar aquí aún este nombre, en la R encuentro a mi querida amiga del bofetón. Dónde la pongo? ... en la P de "peligrosa" o en la I de "imposible"? ... Mejor en las dos.
No terminaré nunca. Tanto en la P como en la I figuran nombres fuera de su lugar.
Estaba por cerrar el "Diccionario de amoríos" cuando la curiosidad por el pasado me invitó a recorrer de la A  de "amor" a la Z de "zoquete". Tremendo, no eran muchos los nombres. Todos tenían un especial significado. Desde el primer amor, aquel que nunca se olvida, hasta el más dolido.
No creo que fuera un impulso, más bien fue poner las cosas en su sitio. La cuestión es que arranqué todas las hojas excepto una, la letra C.
Por que todos, todos los nombres estaban gravados en mi "corazón". No importa el tamaño de las letras de cada uno, ni las lágrimas vertidas, ni la intensidad del momento. Lo realmente importante es que todos engrandecieron y dieron sentido a mis sentimientos.

lunes, 8 de agosto de 2011

Creo en ti




Hoy, ahora, tengo la necesidad de expresar una circunstancia, una vivencia, un fruto de una relación. No se si es o fué. Dudo entre una atracción circunstancial o un enamoramiento que pudo terminar en ... quien sabe qué.

La cuestión es que he conocido recientemente a una persona. En este caso puedo afirmar rotundamente, sin ningún tipo de duda, que nadie me había aportado tanto, ni de forma tan sencilla, en tan corto espacio de tiempo. Tengo la sensación que podría dejarme caer, aún hoy, y esta estaría allí para evitar la caída.

Seguramente el pedestal donde la puse era demasiado alto. Quizás esperaba demasiado. Puede que la sinceridad entregada extralimitara y confundiera la realidad y los sentimientos. Pero lo cierto es que lo entregado y recibido siempre fue con la máxima expresión de cariño y lealtad. Siempre me sentí correspondido.

Pero qué pasa cuando las dudas y los cambios aparecen? Los hábitos cambian? Los comentarios confunden? Terceras personas? Demasiados interrogantes, verdad?

Suelo, quizás por defecto o por miedo, evitar las conflictos. Que ya son muchas las marcas en el corazón. Prefiero retirarme, nunca del todo, antes de sentirme desencantado o confundido y, por que no decirlo, defraudado. Bien cierto es que ante la menor duda lo mejor es, tiro de refranero, coger el toro por los cuernos. Pero las evidencias hablan, y pueden ser aplastantes. Y una verdad a medias, para mi, es una mala evidencia, de que algo cambia la relación.

Podría seguir in eternum intentando expresar lo que realmente siento. No sería justo. Prefiero, cuando exista plena predisposición mutua aclarar aquello que nunca debió ser. Mientras quedará la decepción que esta, mi retirada, pueda causar. Tampoco quiero con estas palabras excusarme de nada.

Yo creo en ti. Lo sabes, verdad?

miércoles, 3 de agosto de 2011

Uno más entre todos



Buscar entre las ruinas del pasado era su tarea favorita. No esperaba encontrar nada especial, tan solo pretendía escudriñar un poco en aquello que pudo ser y no llegó nunca.
Una de sus tareas diarias la realizaba cuando, teniendo tiempo suficiente, paseaba por las calles sin otro quehacer que fijarse en las caras de los que se cruzaban a su paso, De ellas, decía, se aprende mucho.
Si encontraba alguien mendigando enseguida intentaba recomponer su vida, Imaginaba una niñez parecida a la suya, sin excesos, pero feliz. Se perdía en mil historias distintas sobre el momento y la razones que llevaron a dicha persona a terminar mendigando. Incluso sufría al pensar cuánto dolor acumulaba la mano temblorosa que a él se acercaba. Fue una elección de vida? Quien sabe ...
Descubría cada día mil motivos distintos para estar enojado. El trabajo, los hijos, la pareja, el dinero, los vecinos, el tráfico y un sin fin más de historias que él iba creando a su antojo.
Las caras tristes eran su pesadilla. Qué podía llevar a alguien a arrastrarse por las calles con semejante semblante. Pena no le daban pero, sin embargo, en este caso, además de imaginar los motivos, buscaba un final feliz. Toda tristeza debería tener su final feliz era su lema.
Se reía cuando escuchaba alguna discusión. La mayoría de los casos las encontraba banales. Si se escucharan se reirían por semejantes tonterías.
Y la felicidad? oh la felicidad! La encontraba en niños, mayores, abuelos, parejas de adolescentes descubriéndose.... Era sin duda su mayor hallazgo diario. La felicidad!
Lo primero al llegar a casa después de cada paseo era mirarse al espejo. Como siempre él era uno más regalando, sin querer, sentimientos.
Una vez sentado y relajado, escribía sobre desconocidos ... escribía sobre él.

martes, 26 de julio de 2011

Nada



Que nadie se extrañe si hoy he decido traer hasta aquí este tema. Espero que nadie se ofenda por ello, nada más lejos de mi intención. Es fundamental que sea leído con máxima atención y, por encima de todo, con una perspectiva completamente neutra. Por mi parte intentaré no tomar parte en él, por lo menos en este breve escrito. Pero si os diré que mi opinión está más que decidida, no por ser partidista, al contrario, la considero bien fundamentada aún y formando parte de una opinión clara. Espero de vosotros que, estando en la misma situación que yo, es decir, con una opinión formada atengáis al texto sin darle más veracidad que la de un simple comentario particular, pero que bien podría ser generalizado. Son muchos los efectos nada agradables que produce el tomar parte en una cuestión así, y difícil para mi osar a hablaros de ello. Nadie debería esconder su palabra, o su verdad. Quien va a juzgar mi pensamiento? o el vuestro? Yo no estoy en disposición de hacerlo.
Espero que tras este pequeño preámbulo todo quede bien entendido y, de la misma forma que yo no os juzgaré, no me juzguéis a mi.
Vamos al tema, somos adultos y con cierta formación, nada puede impedir el libre uso de la palabra para expresar una opinión. Posteriormente, quien así lo desee, puede exponer su voz en los comentarios, sabed todos que aquel que no muestre respeto será eliminado. Sea este, si así lo queréis un debate abierto, inteligente, argumentado, respetuoso, para todas las edades sin distinción de sexo, altura, creencias, peso, y aquellas grandes o pequeñas cosas que podríamos decir nos hacen, aparentemente, parecer diferentes unos de otros.

Nada más.

lunes, 25 de julio de 2011

De un amor en silencio



El amor es de quien todo lo da y nada espera.

Así vivió él su amor por ella, en silencio.
Callado amor que solo atrevía a compartir con sus versos.
Versos que ella ni nadie jamás verían.
Y fue un hombre feliz en su amor a pesar de su ausencia.
Todo lo tenía, por que todo lo sentía.
Le faltaría la voz, la caricia, el beso ... nada de todo esto podía compartir con ella.
Aún así él la sentía.
Tan intenso era el sentimiento que aprendió a convivir sin locura.

Ella, seguro que lo sabía.
Ella, seguro que lo sentía.
Ella, seguro que le respetaba.
Ella, seguro, que a su manera, le amaba.

Aprendió del amor es ciego. Sí, lo es, pero no para quien veía su vida complacida, como él.
Aprendió del amor que no entiende de razón. Sí, pero no para quien vivía entregado a su gesto, como él.
Aprendió del amor platónico. Sí, pero este era inalcanzable, y el suyo lo sentía completo.
Aprendió del amor en silencio. Sí, el más sentido y adorado por ser parte del respeto que él la tenía.

El día que los dos quedaron en silencio.
Los ojos clavados en una mirada mezcla de deseo sincero y sueños.
Él, ella, no encontraron palabras.
Tan solo un gesto. Suficiente. Capaz. Sencillo ...

Los vi marchar cogidos de la mano en silencio.
Todo estaba ya dicho.
Todo entregado sin esperar nada a cambio.

jueves, 21 de julio de 2011

Una mancha en mi camisa



Es muy breve la historia. Y lo es por que así deben ser las cosas reales. Imaginad un restaurante. En la barra una pareja joven, de veinte o pocos años más. Él cercano a su oído susurrando quien sabe qué. Ella besando su mano, sin prisas, calmada ... sonriente. Ella levanta la cabeza y le mira. Yo, embelesado de la mirada que descubro en ella. Es brillante, sincera, segura, llena de vida, la que todo lo da por que todo lo recibe ... enamorada.
Hacía tanto tiempo que no encontraba una mirada así. Ha sido tan especial el momento. He sentido tanta felicidad ajena. Tanta envidia de él ... de ella. Nunca olvidaré estos ojos tan brillantes.
Solo espero que mis ojos puedan encontrar para si una mirada igual. De momento me conformo, con ser capaz de limpiar la mancha de helado de chocolate con caramelo que el instante ha dejado en mi camisa.
Solo deseo que tu puedas mirarme con la misma seguridad y el mismo amor.
Te quiero aún y siendo una gran desconocida.
Te amo deberías saberlo ya.
No tardes en llegar.

lunes, 4 de julio de 2011

Es más que un juego.



Este es un juego muy sencillo. Para participar solo se necesitan dos únicas personas.

Cómo jugar.

- Dos jugadores, la intervención de una tercera persona anula el juego.
- Los jugadores deberán disponer de buena capacidad en asertividad, empatía y respeto.
- Los distintos niveles se superan a la vez por los dos participantes.
- A partir del nivel amistad ambos podrán sentarse al mismo lado de la mesa.
- Los distintos niveles son: Presentación, anécdotas, compartir, respeto, sinceridad,confianza, amistad, aprender, crecer, intimar, confidencialidad, fe ciega, deseo, amor, compromiso.
- Estos niveles pueden verse incrementados con otros intermedios siempre que lo acuerden los jugadores.
- El superar un nivel no significa eliminarlo, se debe seguir usando durante el juego.
- En ningún caso un jugador deberá utilizar un nivel para el cual el otro no esté preparado.

GANADOR

- Sólo pueden existir dos ganadores.
- No se trata de llegar al final del juego.
- Se gana en el momento que los dos deciden terminar con el juego encontrándose en el mismo nivel.
- También gana la pareja que nunca deje de jugar.

no juegues con los demás/no permitas que jueguen contigo

miércoles, 29 de junio de 2011

Maté tu amor por mi



Te encontré sin buscarte. Tu estabas allí, detrás de tu muro, débil, indefensa, medio desnuda ... vomitando sentimientos y llenándote de vacío.

Mi primer regalo fue una sonrisa ... la recuerdas? ... Tu apenas podías abrir los ojos.
Te acuné en veladas noches complacidas tan solo con tu silencio.

Fue lento, fue muy lento ... poco a poco tus ojos recuperaron su brillo, tus labios la sonrisa, tu piel el color ... y el vacío dejó paso a la esperanza, a la vida ... a tu propia vida.

Nos regalamos, palabras, versos, horas calladas compartiendo sentimientos. Así empezamos a andar y anudar cada uno de nuestros sentimientos. Dibujando sobre un lienzo nuestro mañana. Cada día un color nuevo, más vivo, más cálido, más limpio, más nuestro ...

Con la naturalidad del sin querer llegamos a las caricias del placer ... piel contra piel. Susurros y te amos nacidos entre el deseo y el corazón puro. Eramos el todo ... eramos la vida.
Yo, seguí llenándote de versos, poemas, fuí el volcán inagotable de palabras, sueños sentimientos ..-.. quise ser tu todo. Y tú callabas, complacida te dejabas .... aprendiendo a respirar de mi ... de mi propio aire.

Cada día cambiaba las flores de tu espacio, siempre lleno con su aroma, su color ... su vida marchita.
En ellas, te viste reflejada ... tu sola con mis sueños, mis palabras, mi placer ...

Sin darme cuenta había levantado un nuevo muro. Una cerca desde donde cuidarte. Y tú ... tu te sentiste como tallo cortado  ... y marchitaste. Al tiempo que yo ... mataba el amor que sentías por mi ...

y Ahora sólo me queda tu ausencia ... el vacío  ... la nada ... y una lágrima nueva cada día como único recuerdo de ti ...

y no es suficiente ...

no es suficiente ....

no lo es ...

no ...

sábado, 25 de junio de 2011

Finales que no esperamos



En ocasiones la vida nos trae noticias que nunca pedimos. Un niño o adolescente de relación cercana y al mismo tiempo desconocido, sufre un fatídico accidente. No por ser en si una persona cercana o lejana o desconocida, la noticia es distinta, pero si pasa cerca de nuestra casa nos afecta mucho más. El mundo se para, deja de girar y empezamos a acumular sentimientos y verdades como templos. 
IMPOTENCIA por unos padres que quizás nunca encuentren consuelo, por unos amigos que no encontrarán un por qué, cúmulos de lágrimas sin fin.
DESDÉN por tantos problemas que magnificamos cada día, aquellas barreras infranqueables que ahora se antojan simples tonterías.
DESDICHA mal interpretada, aquella suerte que siempre nos parece perversa y en realidad solo es el fruto de lo mal sembrado.
DESGANA por seguir dando consuelo a nuestras penas tan absurdas en este momento.
PROTECCIÓN excesiva hacia nuestros hijos y todos los que nos rodean, temerosos de recibir la misma suerte.
VACÍO inmenso intentando sacar del caos toda suerte de sentimientos enfrentados....

Tantas cosas podríamos enumerar !!

De vez en cuando la vida nos trae noticias que nos ponen en nuestro lugar y siento rabia por no pararme antes a pensar.

 Besos a todos.

domingo, 19 de junio de 2011

Nube de blanco algodón



Azul es el cielo que guarda mi nube de blanco algodón. Azul sin fisuras donde dormita mi nube de dulce sabor. Esta es mi nube donde albergan sus sueños campesinos de piel cuarteada, caminantes de pies lastimados, mujeres de piel sensible, hombres de ojos brillantes, niños de juegos simples, adolescentes de juegos escondidos, marineros tiznados por cantos de sirenas, todos ellos y muchos más dueños de un sueño muy particular.Y es mi nube y es la de todos por que todos necesitamos una pequeña nube de blanco algodón para descansar cuando buscamos el perdido dulce sabor de una nube blanca.

Pequeña y juguetona mi, nuestra, nube quedó atrapada en el árbol más robusto y esbelto, el que quiso crecer para tocar el cielo y besar la nube de blanco algodón. Y el campesino olvidó labrar, el caminante llagó sus piernas, la mujer secó su piel, el hombre lloró, el niño olvidó jugar, el adolescente perdió su mirada, el marinero dejó de creer en sirenas, todos ellos y muchos más dejaron de amar. Por que el árbol bebió toda el agua de la nube blanca de dulce sabor. Creció y creció fuerte ahora por los sueños míos y vuestros. Y tocó el cielo, y miró la tierra, y descubrió al hombre, al niño, a la mujer. Consiguió su meta, tocó el cielo para descubrir la belleza rota de un mundo entero. No entendió, pero si entristeció, buscó la nube entre sus ramas, ella no estaba. recorrió con su sabia las raíces, el tronco, hasta la última rama. Nada.
Conseguido su sueño a costa de los míos, de los vuestros, entristeció. Los nidos se quedaron vacíos, nadie recogía sus frutos, las hojas se marchitaban y él moría en desamor. 

Lloró, lloraba lágrimas dulces de azúcar que el aire fué guardando, mientras los pocos frutos que le quedaban caían al suelo esperando ser simiente, ser vida. Y así el aire creó una nube de blanco algodón. Las raíces perecieron y la nube de dulce azúcar quiso besar las simientes repartidas a los pies del seco tronco. Y crecieron, y dieron sus frutos, para el campesino, la mujer, el hombre, el niño, el adolescente, el marinero, para ti, para mi. Y la nube de blanco algodón y azúcar dulce besó las ramas muertas, de ellas aprendió el poder del tardío amor.

Y yo tengo mi nube blanco algodón para compartir contigo.

Un cuento por terminar




Llegué como suelen llegar todos los viajeros, de noche y con más cansancio que hambre. En el distribuidor de la fonda nada especial, a la derecha una puerta algo estrecha y baja donde se podía adivinar los últimos ruidos del día, a la izquierda una gran y cuadriculada puerta que daba acceso a un comedor recogido y a oscuras, frente a mi un pequeño mostrador donde poder atender a los clientes y junto a él una escalera de piedra, de peldaños gastados y ennegrecidos y una barandilla barnizada mil veces. En medio de la sala una mesita llena de guías de la zona y un pequeño sillón de grandes orejas donde descansaba ahora el sr. Antonio, mudo desde su nacimiento, y de edad avanzada. Me atendió la sra. Teresa, seria en su esfuerzo de ser amable.

Una vez en la habitación abrí los ventanales para dar paso al poco aire fresco de este pueblo desconocido. Era grande, espaciosa y parecía decorada hace más de cien años.
Caí rendido en la cama. La mañana siguiente desperté con una liberada sensación de descanso, estaba en paz. Me pareció una sensación nueva, no vivida por mi. Aquella noche un sueño ocupó toda mi velada. En él la habitación, el baile de unas cortinas y ella. Fué la primera noche que pasamos juntos. Sentada en mi cama, desnudos los pies, con su camisón tejido de blancos linos, hilados muy suaves permitían adivinar con sus tranparencias una mujer joven de piel suave, carnes moldeadas y prietas, unos pechos firmes con su justa aureola rosada. De pelos oscuros como una prolongación de la oscuridad de la noche, ojos grandes, claros, brillantes, tez mimosa y una sonrisa que no perdía ni cuando me susurraba:

-"DESCANSA SIEMPRE HE VELADO POR TI".

 Mientras apoyaba su mano derecha en mi costado y acariciaba mi cabello con la izquierda se despidió de mi con un beso en la mejilla. Soy incapaz de describir cómo penetró en mi cuerpo ese beso. Si recuerdo el olor a vainilla que presidió su presencia.

La primera mañana la dediqué a conocer la pequeña villa. Nada especial, casas pequeñas y calles estrechas. Y sus gentes? Todas tenían un semblante frío, seco, algunas mucho más pronunciado. Parecían caras neutras sin ningún tipo de expresión. Me llamó mucho la atención la cantidad de personas ciegas, sordas, mudas y otras completamente neutras, era como si no existieran.
Seguí mis pasos recordando a la muchacha de mis sueños hasta topar con la Plaza Mayor, todos los pueblos tienen una, normalmente con una fuente de aguas siempre frescas. Este no. En un rincón un pozo, muy antiguo y medio derruido, cerrado por una tapa de madera emblanquecida por el sol y un gran candado de hierro, la llave debe ser inmensa pensé. El pozo estaba vallado por unos robustos hierros retorcidos y terminados en infinidad de puntas. Imposible acercarse. Lo más curioso era la inexistencia de una puerta. Por qué no la tenía?
No invitaba a la conversación nadie. Ni el bar donde comí, el único del pueblo. Todos se comunicaban prácticamente utilizando gestos desganados.
Así pasaron las horas del primer día, entre paseos y gentes anónimas entre si, recordando el camisón de lino blanco y las formas que abrigaba pero, sobre todo, aquella sonrisa.
Cené en la fonda. La sra. Teresa fué la primera persona del día en dirigirme la palabra. Tan solo una breve pregunta:

- Ha dormido bien Don Gumersindo? - un largo silencio y añadió. - No haga ud. mucho caso de la historias de este pueblo. Las brujas nunca han existido, a la gente le gusta vivir del miedo. - Sonreí y guardé mi sueño para mi.

Extraña pregunta ahora que estoy a punto de acostarme de nuevo. Asentí con la cabeza mientras volvía la misma imagen una y otra vez, aquella muchacha.
No esperaba nada especial, dormir y reemprender mi camino al día siguiente.
Atrapado en el aburrimiento del día caí dormido enseguida. Ella, la muchacha del camisón de lino blanco no tardó en volver:

- Ven, ven conmigo.....ven hace mucho que te esperaba, ven.

La misma sonrisa me tendió una mano y sin más me condujo por las calles oscuras, tan oscuras que no existían ni las sombras. llegamos al viejo pozo vallado, ahora con una puerta grande sin candados ni maderas antiguas sobre su boca. Nos sentamos en el brocal. Me miró iluminando mucho más su sonrisa, su gesto, su mirada y mientras acariciaba mi cabello, con voz dulce y calma me contó esta historia:

- Soy Eva, mi edad no importa, nací hace más de quinientos años. Hija de campesinos, con tres hermanos varones. Mis padres acordaron con el Señor de estas tierras desposarme con él para evitar pagar nunca más el diezmo que les correspondía. Yo, joven y con pocos deseos para cumplir, estaba enamorada de un muchacho de mi edad, Gabriel. Ante mi negativa mi padre me encerró en casa prometiéndome que nunca más lo volvería a ver. Un día, entrada la noche, desperté por un grito corto, seco...desgarrador, al tiempo que mi pecho empezaba a arder y un dolor insoportable partía mi alma. Gabriel estaba muerto.-

La muchacha siguió contándome su historia sin variar su sonrisa ni su gesto, yo sentía la misma paz que ella entregaba. No entendía esta paz entre tanto sufrimiento. La muchacha prosiguió:

- Aquella misma madrugada mi padre me sacó del encierro con la intención de cumplir su promesa. Casi desnuda, tan solo con este camisón que ahora me cubre, pude escapar. Mi sin razón, mi impotencia, el sentirme perdida, desorientada, con el único deseo de estar con Gabriel. En mi huida llegue a este pozo, subí sobre el brocal donde ahora nos sentamos y justo antes de que mi padre me alcanzara pude girarme, mirarle y con esta misma sonrisa espetarle: - Por qué ?? - . Durante mucho tiempo vino mi padre cada día aquí para derramar sobre mi toda su amargura en forma de lágrimas. Ellas me daban vida, al tiempo que la quitaba. Las gentes empezaron a sentirse enfermas, culpaban al pozo. Quien bebía su agua enmudecía, quien lavaba su cara quedaba ciego o sin semblante. El Señor con el que debía desposar decidió cerrar el pozo y mandó construir esta valla. pero la desgracia estaba escrita para siempre.

Entró en mi un vacío completo. Por qué me contaba a mi esta historia? La muchacha mantenía su sonrisa, yo callaba. Sin saber me abrazó, el aroma a vainilla llenó todo el aire y lentamente descendimos por el pozo, mientras ella repetía:

- Quiéreme Gabriel, quiéreme toda una eternidad.

Al despertar la sensación fue muy distinta a la del día anterior. Era un bienestar mezclado con el vacío. Medio vestido salí corriendo hacia el pozo. Todo es un sueño, dónde voy? qué espero encontrar?. Mientras yo mismo no podía creer que hacía corriendo con tal desespero adiviné  el pozo rodeado de casi todo el pueblo. Al llegar vi sobre el suelo el camisón de lino blanco y percibí el aroma a vainilla dulce. Ni rastro de una valla, ni candado de hierro. Recogí el camisón lo acerqué más de lo que podía a mi boca, lo besé y mis lágrimas empezaron a resbalar para caer en el pozo. Un niño no dejó de mirarme ni un momento, esperaba en silencio. Se acercó para tenderme su mano y entregarme una llave de hierro:

- Cierra el pozo Gabriel - dijo sonriendo.
- No sin saber por qué yo - respondí.

Han pasado muchos años y la única respuesta que encuentro es que yo si creí en la muchacha del camisón de lino blanco.